domingo, junio 04, 2006

¿Por Qué?

Tendido sobre la verde hierba y al fresco que le proporcionaba la sombra de una pequeña tapia de pizarra, Adrian dormitaba con un libro cerrado en la mano. Seguramente estaría soñando con aquel caballo Lipizzano que tanto le gustaba cuando era pequeño.
De todos los caballos que habían tenido aquel era el ejemplar preferido de su hermano y cuando, a ultima hora de la tarde, lo montaba en su finca, Adrian siempre conseguía que le diera unas vueltas a el también haciendo caso omiso de las ordenes de su madre para que se acostara.
Y mientras Adrian se agarraba a la cintura de su hermano, este le contaba que esa raza de caballo, mezcla del árabe y español, era la mejor que existía: ágil y esbelto, fuerte, dócil, fiel…. Y con esas palabras Adrian siempre se dormía mecido por los pasos del animal. Entonces su hermano lo cogia en brazos y sin despertarle lo llevaba a su habitación para meterlo en la cama, y Adrian soñaba durante toda la noche con aquel caballo blanco.
Ahora, años después, soñaba que el mismo galopaba a lomos de ese caballo por las praderas y los montes de su ciudad, llevando al limite tanto al caballo como a si mismo, para luego descanar en la orilla de un lago y contemplar como el cielo, el agua y los árboles perdían sus vivos colores que no dudaban en escapar horizonte abajo junto con el Sol.

El crujir de las ramas y hojas secas le hizo volver a la realidad y abriendo un ojo se incorporo en la hierba a tiempo para ver como Yadle, su pequeña y andrajosa elfa domestica, se acercaba cuidadosamente a el.
-Eh… siento molestarle joven Amo, pero tiene una visita, una chica, amiga suya creo –dijo la elfa nerviosamente-.
-Ya voy –murmuro Adrian agitando la cabeza para espabilarse-.
Se levanto dejando el libro en el suelo donde había estado tumbado y se dirigió con paso rápido a la puerta del patio donde le esperaba Claudia. Cuando llego con ella se paro y antes de que pudiera decir una palabra, ella le dio una sonora y dolorosa bofetada.
-¡Eres un estupido! – dijo ella con lagrimas en los ojos, y se lanzo contra el pecho de Adrian abrazándole y llorando desconsoladamente- ¿porque tienes que irte?

Sorprendido y sin saber como reaccionar, Adrian abrazo a Claudia y la beso en la frente mientras esperaba a que se calmara, cosa que hizo en un par de minutos.
-¡Te odio! –volvió a gemir Claudia sobre el pecho del muchacho– ¿porque no me dijiste nada? –ya había levantado la cabeza y le miraba con sus pequeños ojos negros-.
-P…perdona. No es que no quisiera que lo supieras –tartamudeo Adrian- es que sabia que si te lo decía la despedida seria insoportable.
-¿Pero porque? ¿Porque te vas? –la mirada de la joven era suplicante, exigía respuestas, pero unas respuestas que Adrian no podía darle- ¿ya no quieres estar conmigo?

Adrian continúo en silencio y la apretó fuerte contra su pecho, Claudia y el habían sido como hermanos desde que eran pequeños, y aun lo eran. Era la persona que mas quería y apreciaba, y de la que menos quería separarse

-Claro que te quiero –mientras decía eso separo a Claudia de su pecho- pero tengo que irme. Espero que me perdones.

Adrian se dio media vuelta y comenzo a andar hacia su casa, dejando a Claudia alli sola, llorando.
-¿Por qué? –pero nadie oyó su susurro- ¿por qué?

1 Comments:

Blogger Lenny Smith said...

¡Porque tiene que estudiar!!!

jue jun 22, 06:32:00 a. m. 2006  

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