¿Por Qué?

De todos los caballos que habían tenido aquel era el ejemplar preferido de su hermano y cuando, a ultima hora de la tarde, lo montaba en su finca, Adrian siempre conseguía que le diera unas vueltas a el también haciendo caso omiso de las ordenes de su madre para que se acostara.
Y mientras Adrian se agarraba a la cintura de su hermano, este le contaba que esa raza de caballo, mezcla del árabe y español, era la mejor que existía: ágil y esbelto, fuerte, dócil, fiel…. Y con esas palabras Adrian siempre se dormía mecido por los pasos del animal. Entonces su hermano lo cogia en brazos y sin despertarle lo llevaba a su habitación para meterlo en la cama, y Adrian soñaba durante toda la noche con aquel caballo blanco.
Ahora, años después, soñaba que el mismo galopaba a lomos de ese caballo por las praderas y los montes de su ciudad, llevando al limite tanto al caballo como a si mismo, para luego descanar en la orilla de un lago y contemplar como el cielo, el agua y los árboles perdían sus vivos colores que no dudaban en escapar horizonte abajo junto con el Sol.
El crujir de las ramas y hojas secas le hizo volver a la realidad y abriendo un ojo se incorporo en la hierba a tiempo para ver como Yadle, su pequeña y andrajosa elfa domestica, se acercaba cuidadosamente a el.
-Eh… siento molestarle joven Amo, pero tiene una visita, una chica, amiga suya creo –dijo la elfa nerviosamente-.
-Ya voy –murmuro Adrian agitando la cabeza para espabilarse-.
Se levanto dejando el libro en el suelo donde había estado tumbado y se dirigió con paso rápido a la puerta del patio donde le esperaba Claudia. Cuando llego con ella se paro y antes de que pudiera decir una palabra, ella le dio una sonora y dolorosa bofetada.
-¡Eres un estupido! – dijo ella con lagrimas en los ojos, y se lanzo contra el pecho de Adrian abrazándole y llorando desconsoladamente- ¿porque tienes que irte?
Sorprendido y sin saber como reaccionar, Adrian abrazo a Claudia y la beso en la frente mientras esperaba a que se calmara, cosa que hizo en un par de minutos.
-¡Te odio! –volvió a gemir Claudia sobre el pecho del muchacho– ¿porque no me dijiste nada? –ya había levantado la cabeza y le miraba con sus pequeños ojos negros-.
-P…perdona. No es que no quisiera que lo supieras –tartamudeo Adrian- es que sabia que si te lo decía la despedida seria insoportable.
-¿Pero porque? ¿Porque te vas? –la mirada de la joven era suplicante, exigía respuestas, pero unas respuestas que Adrian no podía darle- ¿ya no quieres estar conmigo?
Adrian continúo en silencio y la apretó fuerte contra su pecho, Claudia y el habían sido como hermanos desde que eran pequeños, y aun lo eran. Era la persona que mas quería y apreciaba, y de la que menos quería separarse
-Claro que te quiero –mientras decía eso separo a Claudia de su pecho- pero tengo que irme. Espero que me perdones.
Adrian se dio media vuelta y comenzo a andar hacia su casa, dejando a Claudia alli sola, llorando.
-¿Por qué? –pero nadie oyó su susurro- ¿por qué?
1 Comments:
¡Porque tiene que estudiar!!!
Publicar un comentario
<< Home